El apoyo entre las mujeres es fundamental cuando se trata de defender nuestros derechos, denunciar cualquier caso de violencia y lograr mayor empoderamiento.
Cuando hablamos de lucha contra la violencia a la mujer y el empoderamiento femenino, surge un término que todos hemos escuchado pero que no siempre entendemos totalmente: sororidad. La palabra es nueva (tan nueva que aún no aparece en los diccionarios) y nació dentro del discurso feminista para contrarrestar la idea de “celos entre mujeres” que siempre nos han inculcado.
¿Cómo hacerlo? Mediante el apoyo entre mujeres para afrontar momentos difíciles, perder el miedo y salir adelante.
En esta edición nos reunimos con cinco maravillosas invitadas que compartieron con nosotros un COOL Meeting en el resto bar Deterlino´s, para hablar de feminismo y sororidad. Los temas que salieron de la charla fueron varios, como el acoso que todas hemos sufrido en las calles sin importar qué ropa usábamos, el trato discriminador que nos quiere poner a hacer tareas del hogar solo a las “mujercitas”, el miedo con el que vivimos siempre que salimos de noche, las criticas destructivas que siempre hacen quedar mal a la mujer pero alaban al hombre que tiene relaciones sexuales y las presiones por ser chicas perfectas que entran en los cánones de belleza que nos imponen.
Lo interesante fue darnos cuenta que no importa venir de espacios, edades y carreras diferentes porque al fin y al cabo cuando se habla de cómo nos afecta el machismo salen historias con las que toda mujer puede identificarse.
Comencemos explicando que es “sororidad”, esta palabra que se ha puesto de moda y que viene de la palabra sor: hermana. Sororidad se deriva de la hermandad entre mujeres, el percibirse como iguales que pueden aliarse, compartir y, sobre todo, cambiar su realidad debido a que todas, de diversas maneras, hemos experimentado la opresión. La sororidad es también no juzgar a una mujer por sus decisiones de vida estemos o no de acuerdo con ellas. Por ejemplo: si una chica quiere ser virgen hasta el matrimonio la apoyamos y la educamos sobre sus opciones, pero si quiere ejercer su sexualidad libre y sanamente, también. Otro ejemplo es apoyar a una amiga que está pasando por una relación violenta ya sea de tipo psicológico, económico, físico, laboral o sexual. El apoyo no siempre quiere decir hacer algo, sino que muchas veces basta con estar al lado de la persona y no dejarla sola porque la soledad las vuelve aún más vulnerables. Ser sorora es no pasar un video donde una chica se vea humillada, ridiculizada o expuesta en algo de su vida íntima.
Y si ven que esos videos son compartidos al menos decir algo en el grupo de amigos para que dejen de burlarse y compartilos. No olvidemos que esa persona podemos ser nosotras o alguien a quien queremos. Por último, un gran paso sororo es el “show up” que quiere decir mostrarse y estar presentes en las manifestaciones que se hacen a favor de víctimas o en cualquier tipo de actividad de apoyo a mujeres. Desde asistir a charlas educativas, marchas o simplemente llamar a una psicóloga para pedir ayuda: todo eso es ser sorora.
Este concepto de sororidad fue el que usamos para nuestra sesión de fotos y es el mensaje con el que queremos cerrar el año porque juntas somos más poderosas. Un abrazo sororo y lleno de fuerza para todas las mujeres COOL de parte del equipo que inició este movimiento: Nathalie Iriarte, Roxana Schaiman y Silvana Vázquez.
Mensajes de Sororidad
Ana Gabriela Villagómez Villavicencio.
Egresada de Derecho, 27 años
“El empoderamiento comienza en cuanto nace en nosotras el cuestionar el rol impuesto para la mujer dentro de las sociedad en la que vivimos. Es ahí donde buscamos formas de cambiar un sistema que oprime y vulnera nuestros derechos como mujeres en muchos sentidos. Para lograr esos cambios es necesaria la sororidad, o sea el apoyo y unión entre mujeres donde aprendemos a querernos tal y como somos sin tener que encajar en los estereotipos de como debe lucir una “mujer bonita”.
Lucía Carvalho
Publicista y poeta, 25 años
El apoyo entre mujeres es el hilo que tejemos para protegernos e impulsarnos. Este apoyo es no incondicional y se llama sororidad. Digo no incondicional porque no se trata una simple complicidad por el hecho de ser mujeres sino de la fuerza de la unión, la empatía y la lucha por nuestros derechos. Este espacio abierto por la revista Cool lleno de fotos, de conversación y de sororidad nos permitió conocer nuestras realidades tan distintas y aun así tan similares y encontrar esos puntos de contacto de nuestras vidas para juntas desenmascarar la violencia en todas sus formas y animarnos a denunciarla y vencerla.
Karla Bauer
Estudiante de Comunicación Audiovisual, 26 años
Creo que mi primer espacio de sororidad es un grupo maravilloso de amigas donde estamos libres de ser juzgadas y donde encontramos apoyo total. Creo que una de las principales cosas que debemos aprender cuando se habla de violencia es que nos puede tocar a todas. Ninguna de nosotras está libre. Muchas dicen: esto a mi no me va pasar porque no soy tonta para aguantar una relación abusiva, pero no nos damos cuenta y de a poco se puede estar atrapada en algo así. Para salir de eso es importante tener un grupo de apoyo y por eso es tan importante encontrar esa sororidad en las amigas.
Natalia Suárez Köhler
Estudiante de secundaria y poeta, 16 años
Para Natalia la sororidad empieza por no juzgar a las demás y no verse como competencia sino como aliadas. “Algunos piensan que es una actitud que solo se limita al feminismo…pero la sororidad lo puede abarcar todo porque entra cuando quieres tachar de mediocre a la amiga, cuya meta es tener una familia y cuidar de sus hijos, solo porque vos no podes entenderlo y quieres ser profesional. La sororidad es nuestra voz, porque aunque existan mujeres dispersas y vulnerables en zonas rurales que no puedan, no quieran, o no se animen a salir de situaciones de machismo violento en las que viven. Las que si podemos y si queremos,
tenemos la responsabilidad de gritar por ellas.
La sororidad está cuando nos unimos para denunciar el abuso, aunque no hubiéramos sido víctimas directas de este. Sororidad es entender que aunque no todas tenemos puestas las gafas violetas, y vemos el mundo de la misma manera, todas somos aliadas, porque todas somos afectadas por el mismo enemigo”. Y ese enemigo es el machismo en el todos vivimos.
Gabriela Anachuri Ritcher
Estudiante de Administración y poeta, 20 años
Mi primer esfuerzo feminista fue lograr que las tareas sean compartidas en mi casa. Cuestionar que las chicas pongan la mesa y que los hombres solo se sienten a comer es algo que todas hacemos desde pequeñas. No es fácil cambiar algo sin ayuda, así que lo que hice fue pedirle a mi hermano que sea mi aliado. Para mí, lograr que el entienda el feminismo ha sido algo maravilloso y quisiera llevar ese mismo mensaje a muchas más personas. Siempre intento publicar contenido en mis redes para educar sobre este tema del machismo que no solo nos somete a estas cosas que si bien son odiosas pero parecen inofensivas, sino que puede llegar a matarnos cuando la violencia llega a su extremo. Por eso creo que es muy importante ser activas y no callarnos.